Despido injustificado de cinco trabajadores del IMSS

Por : Yadira Llaven 2013-01-11 04:00:00 Luego de ocho años de trabajo, un grupo cinco de empleados del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) que laboraban como maestros de talleres o “monitores” de los programas Prevenimss, Geriatrimss, Diabetimss y Chiquitimss, denunció que fueron despedidos de manera injustificada y sin el pago de prestaciones, violando la Ley Federal de Trabajo. Por tal razón, este jueves anunciaron la realización de una huelga de hambre para el próximo 25 de enero, hasta que las autoridades del instituto den una solución al problema, pues arguyeron que, hasta el momento, nadie les ha querido dar la cara. Los maestros despedidos son Gabriela Rodríguez Bautista, Álvaro Zarate Corona, José Luis Bribriesca, Margarita Téllez y Sandra Vázquez de la Vega, quienes laboraban en la Unidad Médico Familiar número 6 y la Casa del Jubilado del instituto. La declarante Gabriela Rodríguez Bautista, una de las despedidas, reveló que durante el tiempo que laboraron en el IMSS recibieron trato despótico, intimidatorio y de abuso de autoridad de Gabriela García León, directora de la Casa de Jubilado y Pensionado del instituto, de quien exigió su renuncia, al igual del delegado estatal Francisco Fraile García. En rueda de prensa, los ex trabajadores expusieron que dado su tipo de labores, nunca tuvieron un contrato por escrito con el Seguro Social, pues el acuerdo entre la Delegación y los directivos del nosocomio fue de manera verbal. Informaron que no recibían un salario formal del IMSS, tampoco estaban en nómina, pero sí se les entregaba una ayuda económica que era completado con la cuota de recuperación que cobraban en cada clase impartida. Los talleres que ofrecieron durante los ocho años fueron yoga, danzón, baile de salón, cachibol y zumba, entre otros. Rodríguez Bautista criticó que el IMSS se disfrazó todo este tiempo el trabajo de “monitores” como voluntariado, para evitar pagos y prestaciones, situación que también era admitida por Millán Campos García, jefe de Prestaciones del instituto. Asimismo, anunció que la próxima semana interpondrán una denuncian contra el instituto, ante la Junta Nacional de Conciliación y Arbitraje (JNCA), por el despido injustificado. La declarante relató que el pasado 21 de noviembre, de manera sorpresiva, intentó ingresar a su área de trabajo para impartir sus clases; sin embargo, señaló que esto no pudo realizarlo, ya que habían puesto candados a la puerta del inmueble, en el que invirtieron 23 millones de pesos en su restauración y mantenimiento, como lo demostró con facturas y recibos. Por tal razón, explicó que los talleristas buscaron al delegado del IMSS en Puebla, Francisco Fraile, para darle a conocer la problemática; no obstante, lamentó que el funcionario federal les dijera que desconocía cómo venían trabajando los talleres en las clínicas y que no habría pago ni compensación económica para ellos. Hasta el momento, ninguna autoridad del IMSS les ha dado solución a la problemática, por lo que informó que tendrá que recurrir a la demanda laboral, para obligar al instituto a asumir su responsabilidad. En el caso específico de la Clínica 6, expuso que encontraron un salón en deplorables condiciones, por lo que todos los maestros acondicionaron el espacio para impartir sus talleres, desembolsando en total cerca de 23 mil pesos. Para demostrar lo anterior, Gabriela Rodríguez exhibió varias fotografías del antes y después del inmueble, el cual estaba convertido en una especie de basurero de material clínico, sin ninguna medida de seguridad higiénica. La afectada señaló que en la actualidad no hay ley ni autoridad externa que regule al IMSS, con respecto a los monitores que imparten talleres en sus instalaciones. Al término de la rueda de prensa, los talleristas expusieron que si antes del 24 de enero no hay una respuesta por parte de la Delegación del IMSS habrá huelga de hambre, frente a las instalaciones del instituto en Puebla. “Queremos que Fraile nos diga qué va a pasar con nosotros y si habrá una liquidación por nuestro trabajo; no es posible que después de ocho años no nos den ni las gracias”, lamentaron.

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